Aunque el ser humano consume higos secos desde hace milenios, aún hay cierto desconocimiento sobre este fruto y los beneficios que brinda. 

 

Si bien los higos en general han experimentado una gran demanda, las personas que buscaban alimentos no perecederos, nutritivos y sanos durante el COVID ayudaron a despertar el interés por los higos secos.

 

A diferencia de los higos frescos, que tienen una época específica durante la que pueden consumirse, los higos secos están disponibles todo el año. Los higos frescos se cosechan generalmente a partir de mayo y están disponibles hasta agosto o septiembre, tienen una vida útil corta ya que desde que se cosechan hasta su consumo, sólo tienen siete días.

 

¿Por qué ha despertado mayor interés entre los jóvenes?

En general, los productores y comercializadores de higos secos están experimentando una mayor demanda. Y esta peculiaridad no sólo se observa como ha sucedido siempre, entre los mayores de 50 años, entre los que se mantiene el consumo, sino que ese aumento se ha visto sobre todo entre los jóvenes. 

 

Ya sea porque es un tentempié fácil de comer y se puede llevar a cualquier parte; por sus grandes propiedades para los deportistas; o por su larga durabilidad en la alacena con la conservación adecuada, los higos secos ofrecen excelentes posibilidades.

 

Durante la pandemia, muchos jóvenes, descubrieron, que cocinar podía ser un buen pasatiempo, y los higos secos encajan bien en su exploración de cosas nuevas y únicas. Además, este fruto de los dioses, es maravilloso en lo que a salud y sabor se refiere.

 

Otro punto clave por el que los higos secos han despertado interés es porque al ser un producto natural, se adapta muy bien a un estilo de vida saludable y activo, y por ende al bienestar general.

 

Además, el hecho de que los higos secos proporcionen el mismo sabor y nutrición durante todo el año permite que el consumo de los mismos, vaya en aumento. 

 

El particular sabor de los higos secos

Los grupos étnicos, especialmente los mediterráneos, los de Oriente Medio y los asiáticos, son los mayores consumidores de higos secos. Sin embargo, a medida que más se conocen sus beneficios nutricionales, esto se extienden, por lo que se han convertido en un alimento básico en las dietas de los consumidores de todo el mundo.

 

Si nunca ha tenido la oportunidad de probar los higos secos, se lo está perdiendo. Esta fruta es mucho más que un nombre interesante.

 

Los higos secos tienen un perfil de sabor único y un sutil dulzor que no se puede comparar al de otras frutas. Esto, sumado a su versatilidad y los beneficios nutricionales, los convierte en el fruto perfecto para consumirlos solos o añadirlos a una variedad de platos salados o dulces.

 

Los higos secos están aquí para quedarse. Son deliciosos, nutritivos y versátiles. Con su creciente popularidad entre los jóvenes, es sólo cuestión de tiempo que se conviertan en un alimento básico en la dieta de todos. Así que la próxima vez que veas higos secos en tu tienda habitual, asegúrate de comprar una o dos bolsas. No te arrepentirás.

 

En la categoría de Recetas de nuestro blog, encontrarás un montón de recetas deliciosas y saludables que seguramente te encantarán.

 

 

Mi bisabuela solía preparar esta mermelada de higos y nueces, y aún lo recuerdo, yo era pequeña y fue una de las primeras recetas que nos enseñó a hacer. A día de hoy sigue siendo la preferida de la familia. La receta ha ido pasando de generación en generación y si bien se ha mantenido casi intacta, los matices que se han ido incorporando, la han hecho aún más deliciosa. 

 

A todos los miembros de mi familia les encanta y aún la preparan. Las posibilidades que te ofrece son muchas, por ejemplo mi madre la unta en el pan tostado o recién salido del horno. Mis sobrinos la combinan con quesos, sobre todo con el brie, queso cabra y el camembert. Mi cuñada las utiliza para rellenar los bizcochos o tartas. Y a mi hermano le encanta agregársela a la carne. 

 

Como estamos seguros de que a ti también te gustará, te dejamos la receta para que puedas prepararla. Seguro que encuentras nuevas y creativas combinaciones. Lo bueno de esta receta, además de las grandes propiedades que los higos secos tienen para la salud, es que a diferencia de los higos frescos que tienen una temporalidad mínima, los higos secos están disponibles prácticamente todo el año o sea que tienes tiempo para prepararla cuando te apetezca :)

 

 

Ingredientes

 

1 kg de higos secos El Pajarero

 

5 tazas de agua (1250 ml)

 

3 cucharadas de jugo de limón recién exprimido.

 

200 g de nueces (picadas pequeñas)

 

1 taza de piñones

 

Semillas de anís (al gusto)

 

Semillas de sésamo (al gusto)

 

500 g. de azúcar (Nuestra receta requiere una cantidad pequeña de azúcar. Si le gusta muy dulce, añada más azúcar, pero la variedad de higos secos el pajarero es tan dulce,  que en nuestra receta sólo añadimos 200 g. 

 

 

Preparación

 

En primer lugar, prepara el almíbar vertiendo el agua, el azúcar y el zumo de limón en un cazo grande.

 

Remueve la mezcla con una cuchara de madera, pónla a fuego alto y llévala a ebullición.

 

Baja el fuego y cuece a fuego lento sin tapar durante 8 minutos.

 

Echa los higos secos picados sin los rabillos y las semillas de anís en el almíbar que se ha preparado en el paso anterior y cuece a fuego lento (sin tapar) durante 30 minutos. Mientras tanto, tuesta las semillas de sésamo y las nueces por separado.

 

Para tostar las semillas de sésamo haz lo siguiente: Pon una sartén seca (y sin aceite) a fuego medio. Agregue las semillas de sésamo y remueve constantemente con una cuchara de madera hasta que las semillas tomen un ligero color dorado, aproximadamente durante 2 o 3 minutos. Retira del fuego y deja que se enfríen antes de añadirlas.

 

Aplasta o picar las nueces con las manos (no es necesario que los trozos sean muy pequeños).

 

Usa la misma olla seca en la que se tostaron las semillas de sésamo, ponla a fuego medio, agrega las nueces picadas y remuévelas durante 2 o 3 minutos o hasta que cambie ligeramente de color. Déjalas enfriar y reserva.

 

Cuando hayan pasado 30 minutos de cocer a fuego lento los higos secos en el almíbar, añade los piñones crudos, las semillas de sésamo y nueces tostadas.

 

Revuelve bien para combinar completamente los ingredientes. Cocina a fuego lento durante 1 minuto más y déjalo enfriar.

 

Vierte la mermelada a botes o tarros de cristal limpios y ciérralos bien. Refrigerala. ¡Y a disfrutar!

 

Esta mermelada desprende un aroma delicado y afrutado, y sus colores vibrantes añaden una bonita profusión de colores en los botes de cristal.

 

Cada vez que preparo la mermelada de higos secos y nueces, viajo en el tiempo y me veo en la cocina de mi bisabuela con ella, un lugar pequeño pero con una gran cocina y en un rincón, sus viejos cuenco de madera, cucharas de plata y un gran tarro con higos secos que desecaba ella misma.

 

Que nos dices ¿te atreves a prepararla? ¡Seguro que sí! ;)